¿Seré la peor mamá del mundo?

Vivir una experiencia tan difícil con nuestro hijo nos ha dejada muchas secuelas emocionales  usualmente los papás de niños prematuros tienden a sobreproteger a sus pequeños. Una de las primeras reglas que me puse con Santi fue evitar ser una mamá así, no ha sido fácil, muero de miedo por dentro pero trato de aguantar el gritar ¡Cuidado! Cada 5 minutos. Creo que el sentimiento es mayor cuando cargamos con la culpa de que nuestros hijos hayan nacidos antes o con cierta condición.

A mí nunca me ha gustado ver a los niños amarrados como tamales o envueltos en 3 juegos de ropa, siempre he vestido a Santi lo más ligero posible, claro que si hace frió pues ocupamos una chamarra o un suéter  y pues por la calle las señoras (sobre todo mayores) me van diciendo: “Hija, tápalo pobrecito…” ahora que ya gatea muy bien quiere comenzar a caminar y yo muy obediente lo bajo en cualquier lugar que me parece él puede explorar e igual: “Está muy frío el piso…se va a ensuciar…”  y me hacen sentir la peor mamá del mundo.

Esmaltes Rimmel, el color exacto

Soy una chica fácil de enamorar, cuando las cosas son buenas no hay más. Me gusta probar de todo y poco a poco tengo mis consentidos, la verdad es que este tamaño para esmaltes de uñas me parece realmente práctico y eficiente, eso fue lo primero que me intereso al comprarlos. Sobre todo si los colores son de temporada. Las uñas y los esmaltes no son mi compra preferida.

Pero debo aceptar que tengo muchos colores y ocupo 1 o 2 colores a la semana, eso depende del trabajo o algún compromiso especial.

La marca RIMMEL se ha extendido tanto que ahora cuenta con 4 líneas de esmaltes para uñas.

En esta ocasión he probado 2:

I LOVE LASTING FINISH Y 60 SECONDS

Tener miedo

Temer no debería ser visto como algo malo, de hecho el miedo es lo que mantiene vivo a los humanos, de lo contrario nos aventaríamos del primer puente que encontráramos en el camino.

Ese miedo existe en nosotros aunque a veces nos consideramos "muy valientes" para aceptarlo. Ahora ya entrando más en el miedo, hay de miedos a miedos, de esos que viven solo en nuestra mente "que tal si llueve y ya no puedo salir", sí de esos bobos pero que nos consumen el pensamiento por un buen rato, hasta de aquellos que nos pueden paralizar como las fobias.

El hospital mi nueva casa

Tres días despues de que mi niño nació, pude conocerlo, la primera vez era solo un recuerdo borroso entre la anestecia y la realidad.

Conocí la "tortura", saber que tienes un hijo que llevaste dentro de ti por meses y no poder ver su carita, ni tocarlo, ni besarlo es un castigo. Si he pecado, este ha sido mi castigo.

Al llegar por primera vez a la  Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), estuve a punto de desmayarme, me derrumbe de nuevo. Pobrecita enfermera le di un buen susto.

Al final de la sala estaba la incubadora 7, lo vi por fuera, no quiero describirlo porque no es agradable, solo puedo decirles que sentía mil agujas clavarse en mi corazón.

El día llego

A pesar de todas las complicaciones de mi embarazo, yo nunca tuve malestares más que un constante dolor de espalda que aunque no era insufrible sí era molesto.

El dolor lo llevaba en el alma, tenia temor de moverme, de hablar de pensar, todas las noticias eran malas, no me daban muchas esperanzas, solo podía refugiarme en Dios y en el apoyo incondicional de mi esposo y mi familia.

Dos semanas estuve hospitalizada, me checaban cada dos horas, para asegurarse que el corazón de mi bebé siguiera latiendo, la posibilidad de que su corazón se detuviera era más real que nunca.

Laboratorios y ultrasonidos, todos los días tratando de encontrar la causa, un motivo y nada. No había una respuesta, "son cosas que pasan", me explicaban. Una de las pruebas solo me la podían hacer en la "Toco" justo antes de pasar al quirófano, así que me bajan con la posibilidad presente de que llegará el momento. Era terrible para mi pasar por los cuneros y ver a los bebés.

Las enfermeras, una lindura, me cuidaban mucho, me daban ánimo, estar en un hospital público tiene sus inconvenientes, lo que más sufrí fueron las visitas, solo 3 horas podía estar acompañada, el resto del tiempo estábamos solos, yo mis pensamientos, yo y mi bebé.

El 4 de mayo de 2013, fue el día.

Me prepararon y bajaron al quirófano. No pude ver ese día a nadie, estaba muerta de miedo y las cosas de nuevo mal, entre en Preeclampsia, no podían controlarme, cuando creí que ya no podía pasar algo más, pasó.

Alas 4:46pm escuché -Es un niño.
A lo cual yo me negaba, -Es una niña!!!.
 -Es lo que hay un niño o crees que los tenemos formados...- Me respondió la que recuerdo era la Anestesióloga.

No... fue un niño, lloró como un gatito, no pude ni verlo, comencé a convulsionar y perdí la conciencia, solo recuerdo escuchar a los Neonatólogos, gritando, dando ordenes unos a otros.

Al salir a recuperación, una enfermera le decía a otra: -Acerca la camilla para que vea a su bebé aunque sea de lejos.

Lo vi a unos 10 metros, chiquito, indefenso, con un respirador, les supliqué me acercaran y con remilgos lo hicieron. Apenas logré rozar su pie y solté en llanto. 
Era mi vida, mi amor, lo peor y lo mejor que me había pasado.


Manuel Santiago, midió 28 cm y pesó 660 gramos.

Me pasó a mi

No soló es difícil enfrentar el dolor de saber que tu hijo puede morir sin  aún conocerlo. Enfrentar los probables diagnósticos sin que sean determinantes, es como vivir en un eterno limbo.

Doctor tras doctor, medicamento tras medicamento, también hay una realidad, todo eso cuesta y cuesta mucho.
Claro que siempre esta en prioridad la vida y salud de las personas, pero cuando hay que pagar las cuentas y sin poder trabajar también llega otro sufrimiento. Las deudas comenzarón a acumularse.

El plan de los Doctores era tratar de retrasar el nacimiento lo más posible, supervisando cada tercer día al bebé. Lo que más agradezco de ellos es que nos explicaron todo muy clarito, no de forma cruda, pero muy directa.
Era definitivo, que mi bebé llegaría antes de tiempo, llegar a la semana 40 era un imposible, en el momento que llegará necesitaría estar hospitalizado durante "mucho tiempo", habría muchos riesgos, lo cual requiere de estudios y cuidados intensivos.

Eso no me puede pasar a mi

Cada visita al ginecólogo me llenaba de ilusión, escuchar ese pequeño corazón me irradiaba paz, amor, serenidad.

Hasta que... llegando a la semana 24, algo parecía no estar bien, no parecía nada grave, de cualquier forma mi doctor decidió hacer un nuevo ultrasonido a los pocos días. El resultado, mi bebé estaba dejando de crecer, parecía que estaba perdiendo liquido y aquí comenzó mi historia de terror.

Directo a un especialista materno-fetal. Sesionaron varios doctores mi caso y el tratamiento fue: reposo completo, vitaminas y complementos a tope, 4-5 litros de agua al día, muchos medicamentos y Viagra!, sí, leyeron bien, V-i-a-g-r-a.

Un año lejos de aquí

Casi un año tiene que no venía por aquí. No fueron falta de ideas, fueron muchas cosas! Y espero tener tiempo para platicarlas todas.

Comencemos por el embarazo!

Pues mal mal me fue.

Mi niña fue niño! y decidió adelantarse mucho... mucho más de lo esperado.

Teníamos todo planeado, bueno eso creíamos nosotros. Organizamos un babyshower al que no llegué así que nos quedamos sin regalitos :( solo algunos que llegaron por la mesa de regalos, que al fin tuvimos que devolver.

Como siempre pienso, las cosas pasan por algo y esta no es la excepción. La vida me tomó por sorpresa, me dio 1000 vueltas, me dejó tirada, mareada, mal herida y en tierra desconocida.

Un año nos ha tomado recuperarnos y aún nos falta un largo camino.

Así que ahora tendrán que escuchar muchas historias, de babies. Claro! sí ustedes aceptan.

Y hoy más que nunca quiero contarles todo lo que me pasó y si en algo puedo ayudarles.

Un lipstick rouge atrapado en el tubo :(

Un clásico, uno de los más consentidos de mis lipsticks se encuentra secuestrado en su envase.

La verdad es que procuro ocuparlo poco, es mi plus de las ocasiones especiales y ahora que esta de moda el rojo! no dude en usarlo, pero después de apretar, apretar y apretar no salió, al parecer con cientos de intentos lo logramos.

Pero al taparlo  de nuevo es la misma historia.
El lisptick salía del tubo... 

Ahora la pregunta es ¿Quién tiene la culpa?

Recientemente hice una compra y aproveche para preguntar y resulta que para mi alegría al parecer puede ser un defecto de fábrica, no muy común pero pasa (eso quiere decir que a otras les ha pasado). Y Chanel realiza el cambio sin ningún problema... siempre y cuando compruebes que lo compraste allí.

Esa es mi tristeza... no recuedo la fecha de compra, no tengo el ticket!!!.

En los cosméticos no suelen ofrecernos cambios y/o devoluciones, así que no veo razón para guardar el comprobante de pago :(
Ahora ando como loquita buscando... entre papeles y papeles, si por casualidad lo tendré guardado.

¿Les ha pasado algo así?

Cosas que duele dejar por algún tiempo

La espera de mi beba se esta haciendo cada día más larga para mi, es un poco raro sentir que tu ropa no te queda como antes, lo que compraste así se va a quedar con su etiqueta y bien colgadita por un rato.

Me trauma más porque el año pasado ahorre mucho, aproveche las rebajas de verano y todo lo que estaría trendy para el invierno.  Esas faldas que estaba segura que servirían para esta primavera-verano, ya las comienzo a ver y de plano no las podré usar. Ya lo intente, me quedan muy apretadas :(

Creo que nada me queda bien y por alguna extraña razón mi pancita no luce como la imaginaba, los doctores dicen que cada vientre se desarrolla de forma diferente pero aún no me hago a la idea.

Cuando pienso en el amor que está dentro de mi todo lo demás resulta ser superficial. Y me concentro en quererla con todas mis fuerzas, comer bien y cuidarnos, a veces no todo es maravilloso pero imaginarla en mis brazos me da fuerza y valor.

Aún así a veces me cuesta acostumbrase a los cambios. Por una reciente irritación en la piel, no puedo usar perfume o ciertos productos cosméticos, aunque los médicos no prohiben del todo teñirse el cabello decidí no hacerlo, pero con el paso de los meses he descubierto más canas de las que tenía conciencia. Me siento más viejita!
Mi esposo dice que hasta me huele diferente el cabello.


Casi un año atrás me aventure a la depilación láser y cuando por fin había notado resultados, lo he dejado... (creo que ahora crece más jajaja), ya después veremos si me reponen las sesiones pendientes.

Ya de plano guarde todos los tacones, (casi todos) tengo unos que se quedaron sin estrenar.
Aunque le estoy encontrando su gusto a los flats, a veces tengo los pies hinchados y los talones me duelen.

Lo que sí me dolió en verdad dejar fue el trabajo, por las jornadas muy largas he tenido que rechazar varios eventos y eso me pone muy triste porque además de ser parte del desarrollo profesional... son parte de mis ingresos, vaya de lo que vivo, pero bueno solo queda ajustar un poco el presupuesto y por ahora solo habrá trabajo de escritorio.

Todas esas cosas que escuché antes de saber que mi beba estaba en camino son verdad!, nada se compara con la felicidad de una personita dentro de ti.
Me siento tan feliz que no pienso en nada más grandioso que puede pasarnos como mujeres, pero todos los días a la hora de vestir, me cuesta un poco elegir todavía. La ropa de maternidad aún me resulta extraña, siento que me visto con un mantel que tomé de la mesa. Eso sí, los jeans de maternidad son la gloria!

Aún muero de miedo por no saber lo que vendrá, solo le pido a Dios fuerza para ser buenos papás y hacer lo mejor para nuestra hija. Ya hemos comprado mucha ropa... de 3, 6 y 9 meses, de recién nacido casi nada porque no quiero arriesgarme a que salga gigante como su papá y no la ocupe.

Gracias por escucharme! se que este post es diferente pero a veces necesito sacar un poquito lo que se me atora el corazón.
Este año tenía el proposito de escribir más... pero no he podido, espero que tenga un poquito más de tiempo.

Besos y bonito día!!!